Así que, has decidido disfrutar tu ano: Consejos sobre el sexo anal para principiantes

Así que, has decidido disfrutar tu ano: Consejos sobre el sexo anal para principiantes

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Los tabúes alrededor del sexo anal están siendo eliminados. Tal vez has visto juegos anales en televisión, o tomaste una clase en Harvard, y ahora sientes curiosidad sobre lo que tu trasero puedo hacer por ti, pero quieres asegurarte el máximo placer y minimizar el dolor de juguetear con tu trasero. Como servicio comunitario, hemos compilado algunas bases sobre el sexo anal de expertos en sexo y literatura científica.

Anatomía anal

Courtesy Wikipedia
Courtesy Wikipedia

El ano es el punto de entrada, alrededor de una pulgada y media de profundidad. Tu recto comprime las siguientes ocho o nueve pulgadas. Dos anillos de músculo abarcan tu ano: el esfínter externo y el esfínter interno. El esfínter externo está cerca de la entrada del ano y es una parte que puedes controlar, mientras que el esfínter interno es controlado por tu cuerpo de manera involuntaria. Intenta tensar y relajar tu ano —eso es tu esfínter externo—.

Tu ano concentra la mayor cantidad de terminaciones nerviosas: de hecho, la mitad de terminaciones nerviosas en la zona pélvica están en el ano. Todas esas terminaciones nerviosas hacen el área altamente sensible al dolor —y al placer—, y la estimulación puede causar un orgasmo en ambos, hombres y mujeres.

Ahora que tienes una idea básica de tu anatomía anal, aquí hay tres cosas a considerar para sacar el mayor provecho de tu ano y recto.

1. La práctica hace la perfección

 

Gestionar los espasmos involuntarios de tu esfínter interno toma tiempo y práctica. El sexólogo Jack Morin, autor de «Anal Pleasure and Health: A guide for Men, Women and Couples» (Placer anal y salud: una guía para hombres, mujeres y parejas), recomienda «insertar un dedo regularmente, de preferencia en la ducha todos los días, para sentir el esfínter interno. El músculo cambia de manera espontanea en respuesta a este comportamiento». Pon atención a esas sensaciones. Acostúmbrate a las sensaciones. Sólo entonces podrás relajarte completamente para el máximo placer anal.

El doctor Morin recomienda empezar en pequeño, sin una meta más que experimentar placer. Tal vez una lengua allí. Luego un juguete pequeño y un dedo. Practica contigo mismo antes que con una pareja. Asegúrate de confiar en que tu pareja va a parar si te duele. Y asegúrate de decir algo si hay dolor, nunca debe ser doloroso.

«La preparación es una mezcla de relajación física, generalmente acompañada de algunos toques anales pausados, y deseo», dice Morin.

Oh, y lubricante, usa mucho lubricante.

2. La limpieza va de la mano con la devoción

 

El propósito de tu recto es dejar pasar popó. Así que una buena higiene es sólo una buena etiqueta.

La primera cosa de la que debes asegurarte es que tu recto esté limpio de heces. Si estás constipado, no sólo podrías terminar hecho un desastre, pero es más probable que tu esfínter interno se tense más seguido, dice Morin. Además, es más probable que te den hemorroides si empiezas a defecar —él recomienda una dieta alta en fibra (frutas, vegetales, granos enteros) para garantizar una salida lisa.

Antes de cualquier actividad, limpia tu ano introduciendo un dedo enjabonado dentro mientras te bañas. No mucho jabón, porque puede irritarte por dentro. También debes considerar usar un enema para hacer espacio.

OB/GYN Hilda Hutcherson, la autora de «What your mother never told you about sex» (Lo que tu mamá nunca te dijo sobre sexo), recomienda dejar pasar unas horas después del enema antes de tener sexo anal. Los enemas pueden causar traumatismos en el recto, incrementando el riesgo de contraer infecciones sexuales.

Hutcherson también dice que usar condones previene la transmisión de ETS. Además, hacerse pruebas de ETS seguido y asegurarse de hacerse el papanicolau anal. Un estudio de 1997 publicado en Nueva Inglaterra del diario de medicina (y reafirmado por más estudios desde entonces) concluyó que el virus de papiloma humano o (VPH) puede causar cánceres anales prevenibles.

3. Mente antes que materia

 

Si tienes miedo de salir lastimado, vas a salir lastimado.

Eso es porque el miedo causará que tu esfínter interno se tensé, incluso si el deseo está ahí. «Para mucha gente, el punto de retorno en el sexo anal es cuando permiten que su pareja masajee su ano con el entendimiento de que no se tendrá una relación sexual» dice Morin. Así que quizá todo lo que necesitas son caricias de un dedo y una lengua para que puedas enfocarte en el placer. Decide si quieres ir más allá a tu propio ritmo.

Otro bloqueo mental para muchos es la idea de que recibir sexo anal es enmasculado, humillante o representa pérdida de control. Morin dice que estos individuos son más propensos a relajarse y disfrutarse a sí mismos si pueden aprender a considerar el sexo anal como placentero en lugar de verlo como una expresión de poder.

Así que ve y disfruta ese agujero tuyo. ¡Hasta el fondo!

 

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