País Asiático Pretende Realizar Pena de Muerte a Homosexuales
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El país asiático puede poner en vigor, a partir de Abril, un conjunto de leyes que castiga con lapidación hasta la muerte a quien cometa adulterio o tenga sexo gay. En Brunéi, activistas rechazan acción y piden presión internacional.
Según el portal DW COM, las autoridades de Brunéi pretenden poner en vigor la próxima semana una ley que castiga con muerte por lapidación a aquellos que cometan adulterio o tengan relaciones sexuales con personas del mismo sexo, denunciaron a activistas de Derechos Humanos este miércoles.
El castigo consta en el código penal que el país asiático presentó en 2014 basado en la Sharia, la ley islámica. Sin embargo la implantación del conjunto de estas leyes terminó siendo suspendida ese año en medio de críticas de organizaciones de derechos humanos.
Según Amnistía Internacional, el gobierno pretende ponerlas finalmente en vigor el próximo miércoles, 3 de abril. Los cambios legales fueron anunciados en un aviso discreto en el sitio de la Fiscalía General del país, informó la organización.
Las leyes sólo valen para los musulmanes y cubren incluso a niños, según Amnistía. La homosexualidad, que ya es un crimen en Brunéi, será ahora sujeta a la pena de muerte.
El nuevo código penal también prevé amputaciones de miembros del cuerpo en casos de robo. Según las reglas, ladrones condenados por primera vez tendrán su mano derecha amputada y, en caso de reincidencia, se aputará un pie izquierdo.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Religiosos del país asiático afirmó el miércoles que el sultán y primer ministro del país, Hassanal Bolkiah, debe hacer un anuncio el 3 de abril sobre las nuevas leyes de la Sharia.
«Sólo después de ese evento sabremos la fecha de implementación de las nuevas leyes», dijo el portavoz, cuestionado por la agencia de noticias AFP. «En términos de prontitud, por el momento estamos preparados para imponer la amputación por robo. Eso es todo.»
En una nota, Amnistía Internacional pidió que el país «interrumpa inmediatamente» la implementación de las nuevas sanciones y que revise su código penal de conformidad con las obligaciones del país acerca de los derechos humanos.
«Legalizar esas penas crueles e inhumanas es algo terrible», dijo Rachel Chhoa-Howard, investigadora de la organización en Brunéi. «Algunas de las posibles ‘ofensas’ no deberían ni ser consideradas crímenes, incluyendo el sexo consensual entre adultos del mismo sexo». La activista pide además que la «comunidad internacional condene urgentemente el movimiento de Brunéi para poner esas penas crueles en práctica».
Phil Robertson, de Human Rights Watch, advirtió que la entrada en vigor de la ley «llevará rápidamente al país al estatus de paria de los derechos humanos a los ojos de inversores extranjeros, turistas y agencias internacionales».
«Si ese plan insensato avanza, habrá todos los motivos para creer que el movimiento global de boicot a Brunéi volverá a empezar», agregó el activista. Según él, Brunéi está a punto de convertirse en el único país del Sudeste Asiático en castigar el sexo gay con pena de muerte.
