Conservadores y Liberales Discuerdan en Todo, Incluso en las Fantasias Sexuales
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“Aprendí mucho sobre la naturaleza del deseo sexual en los EUA moderno, pero una de las cosas mas peculiares que descubrí es la división política de nuestros mundos de fantasías,” dijo Justin Lehmiller, que entrevistó más de 4 mil estadunidenses – en todos los 50 estados – sobre sus fantasías sexuales.
No es ningún secreto que en los EUA, Demócratas y Republicanos – particularmente en el clima político extremo de actual – no están de acuerdo en muchas cosas. Pero Lehmiller no estaba buscando desacuerdos políticos. El quería datos puros sobre lo que excitaba a las personas que siguen a unos de esos dos lados de la política estadunidense.
Lehmiller entrevistó participantes entre el 2014 y el 2015 (antes de la presidencia de Trump) presentando a ellos una lista con centenas de personas, lugares y cosas; y luego les preguntó con cuanta frecuencia tenían fantasías eróticas con cada una de esas cosas, personas y lugares. El resultado completo puede ser encontrado en su nuevo libro, «Tell Me What You Want: The Science of Sexual Desire and How It Can Help You Improve Your Sex Life»
¿Entonces cuál es la diferencia entre los Demócratas y Republicanos en sus fantasías sexuales?
Bien, Republicanos son más susceptibles a tener fantasías con actividades fuera del matrimonio – orgías, trocas de casal, traiciones y “cuckolding”, el termo para cuando se mira a su pareja tener sexo con otra persona. Lehmiller conecta esas fantasías no-monogámicas y actividades voyeristas al facto de que son ‘prohibidas en u n partido político que aún tiene el ‘matrimonio tradicional’ como uno de los pilares de su plataforma y regularmente direcciona fundos federales a educación sexual que defiende la abstinencia.”
Básicamente, esas cosas son tabúes para los Republicanos.
Por otro lado, Demócratas tienden a tener fantasías BDSM, como palmadas, bondage y juegos de dominación y sumisión. Por lo que se ve, Demócratas son mucho más masoquistas en sus fantasías que los Republicanos. Lehmiller explica: “No es entonces probable, sugerir que jugar con poder – especialmente en fantasías BDSM, donde mujeres y hombres no están en igualdad y donde el consentimiento sexual no es claro – es un tabú en los círculos Demócratas”.
Puede que no sea sorprendente para ti que las fantasías sexuales de los Demócratas y de los Republicanos sean diferentes. Pero, como descubrió Lehmiller, sean cual sean sus tendencias políticas, los estadunidenses son mucho más similares que diferentes. Por ejemplo, tanto los Demócratas como los Republicanos fantasean con la misma frecuencia, varias veces en la semana segundo el estudio.
“Hay mucho más que nos une de lo que nos separa cuando hablamos de deseos sexuales,” dice Lehmiller. “Si al menos el Congreso pudiera ser tan bipartidista como somos en nuestras fantasías eróticas.”
¿Te sorprende que Demócratas y Republicanos tengan fantasías sexuales diferentes?