Ahora Puedes Comprar un Juguete Sexual con las Cenizas de tu Amado
No hay nada peor que perder a un ser querido, y perder a tu pareja es exponencialmente peor. Y si bien la mayoría de las cosas que extrañarás serán las grandes, como verlo, escucharlo y hablar con él, seamos sinceros, también extrañarás el sexo. Pero gracias al proyecto de 21 gramos de Mark Sturkenboom, puedes tener un juguete sexual con las cenizas de tu amado para que puedas seguir haciendo el amor, incluso después.
21 gramos es más un proyecto de arte que un nuevo modelo de negocio. Según el sitio oficial, solo existen 10 modelos del juguetes sexuales: el prototipo, dos pruebas de artista y siete adicionales.
Además, no todos pueden tener uno, ya que el juguete sexual es bastante caro, tiene un precio de $10,000. (Pero, para ser justos, los gastos funerarios a menudo son demasiado caros).
Pero realmente obtienes mucho por tus $10,000. No se trata solo de un juguete sexual de cremación, sino también de una caja adornada que contiene altavoces para tocar la canción favorita de tu amado y un atomizador que puedes llenar con su colonia o perfume favorito.
Y si te preocupa que alguien tropiece con tu amante muerto, también viene con una llave especial que puedes usar como collar.
Su construcción es hermosa, también. El juguete sexual en sí está hecho de vidrio soplado a mano y latón chapado en oro de 14 quilates. La llave está hecha de oro, y la caja está hecha de madera comprimida y caucho.
Como dice Sturkenboom, «21 gramos no solo es una forma de tentar a una persona a revivir una noche íntima, sino que es una afirmación física del amor contra el inevitable paso de la vida».
El nombre «21 gramos» no es arbitrario, tampoco. No solo es la cantidad de restos que contiene el juguete sexual, sino que se cree que es el peso del alma.
El número proviene de un estudio realizado en 1907 por el médico estadounidense Duncan MacDougall, donde observó el cambio de masa del cuerpo humano después de la muerte. Por supuesto, su estudio fue profundamente defectuoso y no era realmente científico, pero aún así puso la idea del «peso del alma» en la conciencia pública: 21 gramos también apareció como el nombre de una película dramática nominada al Premio de la Academia en 2003.
