Sólo Un Recordatorio Amigable De Que Jesús Era… Bueno, un poquito gay

A fines de marzo de 2017, los historiadores descubrieron un documento escrito en mayo de 1593 por el informante de la policía y espía de medio tiempo Richard Baines. Alegó que el famoso dramaturgo británico Christopher Marlowe había declarado que había un Jesús gay, una declaración que pudo haber sido asesinado en otros tiempos. Aunque la verdad de la afirmación de Baines sigue siendo incierta, plantea una interesante pregunta acerca del histórico Jesús y su sexualidad. Tal vez el «Jesús gay» no está tan lejos de la realidad.

En 2011, una inundación relámpago reveló una cueva enterrada durante 2,000 años en Jordania. Los contenidos en el interior fueron anunciados como «tal vez el descubrimiento más importante en la historia de la arqueología».

La cueva era un tesoro lleno de más de 70 libros principales de los primeros días del cristianismo. En el interior, la crueldad de las relaciones de Jesús con sus discípulos se explica en términos inequívocos.

La BBC informa:

Los libros, o «códices», aparentemente se emitían en plomo antes de quedar unidos por los anillos de plomo.

Sus hojas -que son en su mayoría del tamaño de una tarjeta de crédito- contienen texto en hebreo antiguo, la mayoría de los cuales está en código.

Si las reliquias son de origen cristiano temprano más que judía, entonces son de enorme importancia.

Una de las pocas personas en ver la colección es David Elkington, un erudito de la antigua arqueología religiosa que encabeza un equipo británico que intenta llevar los libros principales a salvo a un museo jordano.

Dice que podrían ser «el mayor descubrimiento de la historia cristiana», y agrega, «Es un pensamiento impresionante que hayamos tenido estos objetos que podrían haber sido retenidos por los primeros santos de la Iglesia».

Pero es lo que estos códices contienen lo que en última instancia los hace tan revolucionarios. The Guardian dice que «el hallazgo más asombroso de los recién descubiertos códices de plomo es que Jesucristo fue inequívocamente y abiertamente gay». Véalo usted mismo:

Él y sus discípulos formaron una camarilla del mismo sexo, atados por sentimientos de amor y apoyo mutuo. Hay casos registrados de actividad del mismo sexo -el «discípulo querido» juega un papel significativo- y hay una afirmación de las alegrías de la amistad y de vivir y amar juntos.
Se le da toda una nueva complejidad a ese pasaje bastante desconcertante donde Jesús exhorta a sus seguidores a romper lazos familiares: «Si algún hombre viene a mí, y no odia a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, sí, y a su propia vida también, no puede ser mi discípulo.» (Lucas 14, 26). Ahora parece claro que esto es menos un repudio negativo a la familia y más una exhortación positiva para unirse en la afirmación de un estilo de vida y amor gay.

Hay al menos una parábola nueva, la de los dos jóvenes. Hay claros ecos de la relación entre David y Jonathan, pues Jesús habla de un joven que tiene su alma «unida con el alma» del otro y que lo ama «como alma propia». Es curioso la evidencia de que los católicos podrían estar más cerca de la verdad sobre el estatus de María, la madre de Jesús, que los protestantes. Ella tiene un papel mucho mayor en la vida de Jesús de lo que muchos esperaban hasta ahora, con Jesús regresando frecuentemente a casa y haciendo mucho de ella.

A la inversa, hay al menos un incidente en el que Jesús discute violentamente con José, que muestra una gran hostilidad y hace reclamos descabellados sobre «la masculinidad». Antes se podría haber pensado que, dada la virginidad de María, la actitud de José reflejaba las ambigüedades de su condición en la familia; pero ahora parece más probable que tengamos aquí un ejemplo clásico del triángulo freudiano: madre sobreposesiva, padre hostil, hijo gay.

¡Santa homosexualidad, Batman! Todo esto lleva la pregunta: «¿Qué haría Jesús gay?»

¿Habías oído hablar de estos códices descubiertos? ¿Cuáles son tus pensamientos sobre el Jesús gay?